El tratar de convocar a los diversos actores en el tema de la contaminación que se produce en la provincia de Yauli-La Oroya, así como el planteamiento de un nuevo estudio para poder combatir ese problema de manera integral, le ha costado al arzobispo de Huancayo, Pedro Barreto Jimeno, una furibunda respuesta del alcalde y regidores de esa jurisdicción, quienes señalan que no tolerarán otros estudios porque "los pobladores de La Oroya no son conejillos de Indias".Además han convocado a una marcha de protesta en rechazo a la posición del prelado y del gobierno regional de Junín. Conocida la respuesta de las autoridades de La Oroya, un convencido arzobispo de Huancayo rechazó la movilización y dijo que volverá a La Oroya, sino dejaría de ser arzobispo. "Lo único que he hecho es convocar a los actores involucrados en el conflicto socio-ambiental para pasar del enfrentamiento a la búsqueda del bien común, a fin de asegurar la vida, la salud y la estabilidad laboral de más de tres mil trabajadores del complejo metalúrgico de La Oroya y de los agricultores de la cuenca del río Mantaro", manifestó monseñor Barreto.(Edición sábado).