EL DISFRAZADO DERROCHE DE LOS GASTOS DE INVERSIÓN
12 de marzo de 2005

Hay que tomar con la debida seriedad la denuncia de la Asociación Peruana de Consumidores y Usuarios y la Asociación de Empresas Privadas de Servicio Público sobre los riesgos de la norma que permite que los fondos de inversión de las empresas de saneamiento sean utilizados como gasto corriente.El asunto tiene más de un matiz reprensible: no solo se corre el riesgo de caer en maniobras de corrupción por esta excesiva discrecionalidad, sino que se desvirtúa completamente la finalidad de recursos que deben servir para modernizar y hacer más eficientes los servicios. En el caso de Sedapal, estos fondos se utilizarían para cubrir deudas financieras, lo que pone, además, en evidencia un manejo ineficiente de la empresa, que no puede seguirse permitiendo. Sería realmente irresponsable que, debido a ello, subieran las tarifas, se deteriore aun más la calidad del servicio o se paralicen las obras de expansión. Lo cierto es que aún existen ocho millones de personas que no cuentan con agua potable. Se entiende, por ello, el clamor cada vez más creciente de mayoritarios grupos ciudadanos para que el Gobierno tome en serio la entrega de Sedapal al sector privado, mediante concesión y bajo determinadas condiciones. Solo así se podría asegurar la provisión de agua a todos los peruanos y poner fin a un monopolio que hace agua (lamentablemente solo de modo figurado) por muchos lados.(Edición sábado).

  • [El Comercio,pág. A 4]
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