Unos 80 policías, entre agentes de la Dirección Nacional de Operaciones Especiales (Dinoes) y de la comisaría de Pisco, irrumpieron el pasado martes en el campamento minero de la empresa Enproyec - Río Seco sin una orden judicial. Luego de destruir parte de las instalaciones e inclusive sustraer algunas pertenencias de las personas que laboran en esta mina ubicada a unas dos horas al noreste de Ica, golpearon a seis trabajadores y dos periodistas.Al parecer el grupo de policías iba a hacer cumplir un mandato judicial del Segundo Juzgado Civil de Pisco, en un conflicto de posesión de tierras surgido hace un mes con la empresa Perú - LNG.