LA HOJA DE RUTA DE LUIS VALDIVIESO
15 de julio de 2008

Ningún ministro de Economía ha dejado el cargo con un espaldarazo internacional como el recibido ayer por Luis Carranza: el otorgamiento del grado de inversión a la deuda peruana por la principal calificadora de riesgo, Standard & Poor’s. Y ningún ministro de Economía ha recibido la posta con indicadores macroeconómicos tan auspiciosos como Luis Valdivieso, quien no solo reconoció los logros de la gestión de su antecesor sino que se ha comprometido a continuar por la misma dirección. Sin embargo, las primeras palabras del nuevo titular del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) también enfatizaron en la necesidad de prestar más atención a asuntos que Carranza no pudo solucionar. Se notó, por ejemplo, un nuevo estilo de comunicación, lejos del academicismo propio de los economistas, como cuando explicó el porqué la economía peruana no puede crecer por encima de su capacidad potencial, que situó en 7% a 7.5%, y que sí se evidencia un exceso de demanda. En contraste, Carranza afirmaba que un crecimiento de 9% no debía "asustar".El mensaje conciliador de Valdivieso también fue evidente cuando se refirió a su intención de coordinar con el Banco Central de Reserva (BCR) "para concertar el programa de acción" que desde la política fiscal se puede aplicar para garantizar que la inflación no siga aumentando. También dijo que coordinaría con el Sistema Nacional de Inversión Pública (SNIP) para buscar la manera de agilizar la aprobación de proyectos. Pero quizás lo más sorprendente fue su anuncio de reunirse con los presidentes regionales para ofrecerles la colaboración de los técnicos en inversión pública del MEF a fin de mejorar la ejecución del presupuesto de sus respectivos gobiernos.El nuevo ministro terminó sus primeras declaraciones reiterando que "de ahora en adelante" habrá una consulta más amplia con los sectores involucrados, como por ejemplo para elaborar los reglamentos del reciente paquete legislativo. Si Valdivieso encuentra un método de trabajo que no lo desvíe de su novedoso estilo ni de su hoja de ruta, pues las presiones desde fuera como al interior del gobierno pueden ser asfixiantes, quizás sí sea capaz de "conectarse" con la opinión pública y con los líderes regionales.

  • [Gestión,Pág. 30]
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