El Comercio acaba de alertar sobre las ventajas y también los riesgos que se ciernen en torno a la construcción de la carretera Interoceánica del Sur (IIRSA Sur). Se trata de asuntos gravitantes que deben ser atendidos con voluntad política por el Estado para garantizar que la obra de infraestructura más grande del país cumpla las metas previstas.En lo positivo, son múltiples las iniciativas y proyectos que han nacido a partir de esta carretera. Eso da cuenta del enorme potencial que ofrece en las regiones sureñas, como lo reconocen partidarios de la vía e incluso quienes cuestionan aspectos relacionados con su construcción.También queda claro el papel medular de Pro Inversión, que debe actuar como una autoridad autónoma, disponer de las herramientas y recursos necesarios para cumplir con su responsabilidad de crear cadenas productivas alrededor de la Interoceánica y además vigilar el cuidado del medio ambiente.Hasta ahora Pro Inversión está impulsando en la zona de influencia proyectos de inversión ya aprobados. Lo negativo sería que esta tarea no continuase, que no hiciera el seguimiento correspondiente y no articulase esfuerzos con las regiones, las fuerzas productivas y las poblaciones beneficiadas. En principio, nuestro Diario ha recogido las opiniones de empresarios y representantes de las cámaras de comercio departamentales que tienen planteamientos que deben ser atendidos.Otro tema preocupante en la IIRSA Sur se refiere a la construcción de sus nuevos tramos, que se estima costarán más del 50% de los montos previstos; montos que el Gobierno debe evaluar y sopesar, midiendo el costo beneficio de la obra.