Los actos de violencia producidos el pasado 9 de julio en el departamento de Madre de Dios no deben quedar impunes, afirmó ayer el ministro del Ambiente, Antonio Brack, quien preside la comisión de alto nivel que viajó a la zona para solucionar esa crisis social a través del diálogo. El funcionario consideró que, de ninguna manera, las insatisfacciones sociales pueden devenir en saqueos, vandalismo, caos social y mucho menos en incendios generados intencionalmente en sedes de entidades públicas, como ocurrió con el local del gobierno regional de Madre de Dios."El futuro no se construye con sangre, sino con el sudor de gente unida que busca un destino común. Aquel que asume un paro y se le escapa el tema de las manos, terminando en vandalismo, debe responder por ello. La cuestión de los derechos humanos es importante", subrayó.