No me extrañan para nada los frecuentes escándalos que rodean a Petroperú en este régimen, desde este intento de obviar licitaciones para las compras hasta las discutibles adquisiciones de crudo sospechosamente onerosas en el mercado spot o la rupestre "petrojuerga" de Iquitos. Y estos problemas no son sólo de este gobierno. Recordemos que esta empresa llegó a emplear alrededor 10 mil personas en el período aprista, cuando no necesita más de dos mil, volviéndose una absurda agencia de empleos inútiles a cuenta del contribuyente.Es que el problema congénito de toda entidad pública es que el dinero allí es de todos y de nadie a la vez, por lo que las tentaciones para la ineficiencia y para pecar son muy grandes, llegando a máximos cuando se trata de recursos que mueven tanto dinero, como el petróleo.Y esto no se reduce al Perú. En México renunció hace no mucho el presidente de Pémex, Raúl Múñoz, por haber utilizado dinero de esta petrolera estatal azteca en pagar una liposucción para su mujer, amén de desviar más de US$600 millones al sindicato de esta firma, gremio no precisamente inmaculado. Y no es la primera vez que se cuestiona el desvío de fondos en Pémex, ya que se dio un escándalo similar en las elecciones generales del 2000, cuando se descubrió que mucho dinero de la petrolera había acabado nada menos que financiando la campaña del entonces partido gobernante, el PRI. Además, también se hallaron indicios de inmensos contrabandos de crudo de Pémex a través de una firma llamada PMI Comercio Internacional. ¿Y saben a cuánta gente emplea esta firma? ¡125 mil personas! ¡Más que el Ejército peruano! De ellos, 31 mil trabajan en privilegiados "puestos de confianza", donde la gente llega básicamente por "vara".Según varios estudios, existen dos veces más personas contratadas por barril producido por Pémex que en el resto de la industria. ¡Vaya eficiencia! Y estos malos manejos en petroleras no se quedan en México, pues en el usualmente limpio de corrupción Chile se descubrió años atrás que el gerente general y varios altos funcionarios de la petrolera estatal local ENAP se autoimpusieron altísimos retiros, amén de realizar manejos dolosos en la refinería de Concón.Y para qué hablar de Venezuela, donde Hugo Chávez está manejando PDVSA como su alcancía personal, o de Ecuador, donde asesinaron al técnico Patricio Campana antes de que termine de aclarar denuncias en PetroEcuador. Definitivamente, el modelo petrolero estatal latinoamericano ha fracasado aquí y allá. Ya es hora de terminar de privatizar a Petroperú, señala el director del diario Correo, Aldo Mariátegui.