Saber qué pasará con el dólar se ha vuelto una tarea cada día más complicada. Cuando algunos bancos esperaban que al inicio de julio se mantendrían las presiones alcistas sobre el tipo de cambio, esta variable dio ayer un inesperado vuelco. "De pronto todo el mercado se vio con muchos dólares encima, fue algo totalmente inesperado", dijo un gerente de tesorería bancario al explicar la caída de 1.63% registrada ayer por el billete verde, la mayor baja diaria desde el 4 de junio del 2001. Se refería a una importante oferta de dólares en el mercado cambiario local, proveniente de empresas locales, pero principalmente de inversionistas extranjeros. Se estima que entre el miércoles y ayer los "jugadores" foráneos incrementaron la oferta de divisas en aproximadamente US$ 250 millones, al renovar contratos de dólares a futuro (forward), ante la perspectiva de que el tipo de cambio seguirá bajando. "Fue un rápido cambio en las expectativas de los extranjeros. Los bancos se estaban preparando para una mayor salida de dólares (del país) pero lo cierto es que no todos los extranjeros se están yendo. Al final los bancos se han quedado con los dólares en la mano", comentó un ejecutivo.