La jornada de protesta del 8 y 9 de julio en la selva puede convertirse en un nuevo "Moqueguazo" si el gobierno no toma las medidas preventivas, según se advierte en informaciones de Inteligencia a los que Perú 21 tuvo acceso.Los grupos convocantes al paro han tenido el tiempo, desde febrero, para preparar las acciones de protesta sin que se conozca ninguna intervención mediadora de la llamada Unidad de Prevención de Conflictos de la Presidencia del Consejo de Ministros. Estas informaciones han llegado a las fuerzas del orden, pero -como en el caso de Moquegua- se advierten descoordinaciones entre instancias y entidades a cargo de las tareas preventivas ante esta medida de protesta, que involucra a Loreto, Huánuco, San Martín, Ucayali, Junín y Pasco.Los organizadores están preparados para hacer sentir su protesta y estarían dispuestos a recurrir a acciones de violencia. (Edición sábado).