El panorama en Moquegua se ensombrece aún más. La madrugada del miércoles el descanso de la población fue interrumpido por campanadas de la Catedral Santa Catalina ante la falsa alarma de una intervención policial para intentar nuevamente reabrir el tránsito en la Panamericana Sur. Luego, por la tarde, un helicóptero de la PNP sobrevoló la ciudad dejando caer volantes con mensajes que trataban de amedrentar a la población para que deponga la medida de fuerza que hoy cumple su décimo día. Todo eso contribuyó a que la ciudad sea apoderada por un clima de psicosis, sensación que se sumaba a la desesperación propia del desabastecimiento de alimentos.