Ante los nuevos vientos proteccionistas que soplan ahora en Estados Unidos, en un arduo año electoral pleno de promesas y demagogia, es necesario que el Gobierno Peruano acuse el mensaje y tome, con la debida urgencia, todas las previsiones para que el TLC con Estados Unidos entre en plena vigencia antes de fin de año.Según se ha informado, un grupo reducido de congresistas demócratas maneja una propuesta de ley de reforma comercial, que incluiría una serie de normas laborales, ambientales y de seguridad alimentaria, que exigiría al Gobierno de ese país renegociar todos sus acuerdos comerciales con el extranjero.Las motivaciones, como en el caso de la polémica Ley Agrícola que ha resucitado e incrementado los subsidios, son principalmente de índole politiquera, para atraer a un electorado disperso. En tal escenario, la clarinada de alerta en el Perú va para las cabezas de los principales ministerios, el Congreso, las regiones y los organismos técnicos y reguladores, que tienen directa responsabilidad en modificar y adaptar las normas nacionales a los compromisos que hemos asumido al firmar el TLC.¡No puede haber indolencia! Ahora, el objetivo principal de todo el aparato gubernamental debe ser concluir la implementación del TLC antes de noviembre, quizá haciendo coincidir esta fecha con la Cumbre del APEC, a la que asistirá el presidente de Estados Unidos. Sería una manera de sellar definitivamente el acuerdo y ponerlo en ejecución, con lo cual sería más difícil cuestionar su legitimidad u operatividad en el Parlamento estadounidense.