El término tercerizacion es muy amplio y se conoce también como subcontratación, outsourcing, contratación de servicios, etc. Cuando este sistema de trabajo es bien llevado es muy útil para las empresas y organizaciones, pero cuando es mal utilizado más bien beneficia a una de las partes. Muchas empresas por comodidad en la administración contratan un servicio de terceros. Por ejemplo: limpieza de oficinas, vigilancia, producción de alguna parte de la cadena productiva, contabilidad, etc. Cuando son a suma alzada, generalmente el contratante no le interesa cómo el contratista trata a su personal, si le pagan salarios a tiempo, leyes sociales, gratificaciones, les hacen trabajar 12 horas y les pagan por ocho, no tienen descanso semanal obligatorio, etc. Este tipo de contrato termina muchas veces en malos servicios, descontento de su personal, improductividad, fallas en calidad y otros problemas.