Se hizo esperar más de cuarenta minutos y apenas habló cuatro. No era para menos. El líder del Partido Nacionalista Peruano (PNP), Ollanta Humala, tuvo que retroceder en su intención de condicionar el apoyo de su bancada al proyecto que propone un nuevo reparto de utilidades al de la creación de un impuesto a las sobreganancias en el sector minero.¿Qué pasó? El pasado viernes Humala y los integrantes de la bancada del PNP habían sido acusados de traidores por el secretario general de la Federación Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos y Siderúrgicos del Perú, Luis Castillo, quien se lo increpó luego de reunirse con el primer ministro, Jorge del Castillo, quien apoya el referido proyecto. Ayer Castillo y miembros de su federación llegaron hasta el local del PNP en San Isidro para limar asperezas. Luego de conversar con Humala y con los congresistas Cayo Galindo y Yaneth Cajahuanca --con Mario Huamán, secretario de la CGTP, de mediador-- Castillo agradeció que ahora Humala y su bancada "hayan entendido la situación y respalden plenamente lo que pedimos, por lo que estamos en una línea correcta y esperamos que este apoyo sea materializado con la aprobación del proyecto de ley que tenemos en el Congreso".Fue entonces que Humala le susurró al oído que no olvidara mencionar el tema del impuesto a las sobreganancias. "Los partidos tienen sus programas políticos y uno de ellos es el impuesto a las sobreganancias. (…) Vamos a respaldar en su momento esa propuesta en beneficio de las regiones, pero esto no tiene nada que ver con el tema de las utilidades", manifestó entonces Castillo, quien anunció una marcha de protesta para hoy.