El debate sobre el reparto de utilidades se pone candente. Y es que luego de que la bancada nacionalista no respaldara su aprobación en el Pleno del Congreso, alegando que en el dictamen no se incluía a los trabajadores fuera de planilla, ahora apuesta porque en la iniciativa se incorpore un 6% sobre las ganancias de las mineras para compensar a todas las regiones del país.Frente a ello, el premier Jorge del Castillo adelantó que el gobierno no aceptará ningún impuesto nuevo (a las sobreganancias), haciendo uso del viejo discurso del "respeto a los contratos de estabilidad"."Una empresa no puede venir, invertir y luego se le cambian las reglas del juego . Tenemos el aporte voluntario y ese monto rinde más que un impuesto", afirmó Del Castillo en clara defensa de las grandes empresas mineras.El premier fue más allá y consideró que el plantear el nuevo impuesto solo busca justificar el "voto amarrado" con el fujimorismo sobre las utilidades de los trabajadores. (Edición domingo).