La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, ha hecho una invocación sumamente oportuna para los chilenos, y también para los peruanos, llamados a mantener una convivencia de paz e integración que posibilite el desarrollo de ambos pueblos.Así, luego de reiterar la tesis chilena, ha expresado su deseo de que la demanda marítima presentada por el Perú ante la Corte de La Haya no desvíe el rumbo de las relaciones bilaterales. "Perú y Chile debemos avanzar hacia una integración inteligente lo que nos une es mucho más de lo que nos separa", ha dicho. Chile, por lo demás, se ha convertido en un importante socio comercial para el Perú y muchos connacionales viven en ese país.Tal es la postura más sensata y realista, que no debe quedar simplemente en lo declarativo, sino evidenciarse en políticas y acciones concretas. Como ya lo hemos sostenido aquí más de una vez la tesis de las cuerdas separadas, para no mezclar el tema del diferendo con otros de índole económica, política y social, es lo que más conviene a ambas naciones.Así lo ha entendido el Perú, que ha dado pasos firmes y transparentes, no solo en el planteamiento objetivo del caso ante La Haya sino también en la integración bilateral. Por lo demás, el presidente Alan García ha reiterado más de una vez su admiración por Chile y lo pone como un modelo a seguir, principalmente por sus notables niveles de crecimiento y estabilidad económica, que le permiten avanzar y reducir la pobreza. No pasa lo mismo con algunos sectores políticos y militares sureños, que insisten en actitudes confrontacionistas y reaccionan destempladamente ante la legítima preocupación peruana por el diferendo marítimo y, más recientemente, ante el repunte macroeconómico del Perú, lo que nos ha puesto en la ruta de las inversiones y el desarrollo.