los jefes de Estado y de Gobierno se volvieron a reunir para la plenaria de cierre, en la cual el anfitrión conminó a rendir cuentas de los compromisos y a fijar un mecanismo de seguimiento flexible, "que no sea burocrático ni institucional".En vista de que las próximas cumbres se realizarán en España y Argentina, García sugirió que los presidentes de ambos países sean quienes hagan un seguimiento semestral de lo acordado."Esta rendición de cuentas podría servir para que de acá a dos años podamos hablar del número de pobres que dejaron de serlo en ese lapso", apuntó García. En sus discursos, la presidenta chilena, Michelle Bachelet, hizo hincapié en la educación ("que aumentará nuestra productividad y competitividad") y su homóloga argentina, Cristina Fernández, advirtió que a pesar de los índices de crecimiento en América Latina, hay núcleos duros de pobreza, lo cual obliga a pensar en un abordaje distinto de la cuestión.(Edición sábado).