Desafiantes desde todo punto de vista son los diez acuerdos que nuestro país ha suscrito con el vecino Brasil. Y es que si bien el coloso latinoamericano ha elevado considerablemente sus inversiones en el Perú en los últimos años, ahora se ha comprometido a incrementarlas aun más y con mayor rapidez.Es importante que el propio presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, así lo haya enfatizado durante su visita oficial del sábado último, la misma que se desarrolló en un clima distendido y expectante que esperamos se mantenga para que no sigamos siendo solo amigos cercanos, pero distantes. Esa percepción, como señaló el presidente Alan García, solo ha mantenido a peruanos y brasileños de espaldas unos a otros, pese a las potencialidades del intercambio estratégico, económico, comercial y cultural que se da entre ambos países.Es destacable que Lula da Silva haya consolidado un memorándum de entendimiento entre Petro-Perú y su homóloga brasileña Petrobras, que determinará la ejecución de un proyecto petroquímico para la preparación de etano, en una planta que funcionaría en Ilo. Igualmente que finiquite un acuerdo de integración energética, destinado a desarrollar proyectos hidroeléctricos y la exportación de energía. Además, que haya sido enfático en su compromiso de alentar la inversión brasileña, para equilibrar la balanza comercial con el Perú de manera más equitativa, sobre todo cuando tiene un superávit a favor de Brasil.Del lado peruano, fue oportuno que el presidente García agradezca la inversión del empresariado brasileño en infraestructura vial y en el tema del agua potable. Pero sobre todo que lo invite a incursionar en otros ámbitos con perspectivas económicas bastante positivas, como las concesiones en los puertos, aeropuertos, la pesquería y el turismo. Corresponderá al Perú hacer el seguimiento y sobre todo estrechar los lazos con el gobierno y el empresariado brasileños para pasar del dicho al hecho. Después todo, como dijo Alan García, por esta vía gana el inversionista y se genera trabajo para más peruanos. También gana la región, si se analizan las oportunidades estratégicas que se abrirían para todos los países hacia el Sudeste Asiático y el Pacífico Sur.