El ITF podría ser inicio de populismo y
5 de diciembre de 2003

Patricia Teullet, gerente general de la Sociedad de Comercio Exterior (Comex Perú) y ex viceministra de Economía, no lo podía creer. Ni siquiera el clima político adverso que enfrenta actualmente el gobierno evitó que la noche del miércoles el presidente Alejandro Toledo decidiera establecer una tasa de 0.15% para el impuesto a las transacciones financieras (ITF). <br><br> La preocupación, explica Teullet, es que se trata de una tasa demasiado alta que, definitivamente, tendrá un impacto negativo en la economía del país. <br><br> “Teníamos la esperanza de que primaría la cordura; sin embargo, parece que hay una voracidad fiscal por incrementar el nivel de gasto y la prueba está en la tasa que ha sido aprobada”, dijo la ex viceministra. <br><br> Cabe destacar que con el nivel de 0.15% el gobierno espera recaudar S/.1,500 millones adicionales en el 2004, lo cual, para la actual gerente de Comex, es una prueba de que no hay realmente un control del gasto, que no existe el objetivo de hacer una reforma del Estado y que, por el contrario, parece el comienzo de un populismo y demagogia incontrolables.<br><br> Roberto Abusada, director del Instituto Peruano de Economía (IPE), coincide con Teullet al afirmar que el ITF responde a una necesidad de mayor gasto.<br><br> “Es un impuesto bastante malo y alto porque no será de 1.5 por mil, sino de tres por mil ya que se aplica tanto a los débitos como a los créditos”, dice.<br><br> Abusada asegura además que la aplicación del ITF tendrá un efecto negativo en términos de eficiencia y competitividad, al discriminar a las empresas que terciarizan sus operaciones.