Entrevista a Cecilia Blume.El presidente García pidió a las empresas mineras que usaran el fondo de solidaridad en obras grandes. Dijo: "Ojos que no ven corazón que no siente".El aporte de las 37 empresas al Programa Minero de Solidaridad con el Pueblo está reglamentado por un decreto supremo del 2006. El monto que estas donan sale de las utilidades y se regula mediante una fórmula matemática que se basa en una banda de precios. Cada empresa firma un decreto con el Ministerio de Energía y Minas. Pero lo más importante es que el decreto detalla en qué áreas se puede usar ese dinero. Los mineros no pueden invertirlo en lo que les dé la gana. Es más, establece un orden de prioridades. Y se especifica qué aporte es para la lucha contra la pobreza. Cuando fui consultora con Apoyo para ver cómo funcionaría este fondo, nuestra sugerencia fue que el dinero se dedicara a cuatro cosas que fidelizaran la minería. Así, por ejemplo, se sabría que todos los colegios fueron hechos con el fondo minero. Pero se tomó otro camino, el del gasto micro.¿En qué se puede gastar?Ojo que no se puede saltar los ítems y comenzar por el ocho, en lugar del número uno. Se especifica que el 30% del fondo debe ser utilizado en proyectos de nutrición para niños entre 0 y 5 años y madres gestantes, en educación y salud. Cada empresa debe formar una comisión técnica de coordinación (CTC) con las autoridades locales y otra con las autoridades regionales. Cada comisión decide cuánto se invierte, en qué se invierte, teniendo en cuenta que el 30% debe ir a las áreas mencionadas. En la CTC, con un máximo de 9 miembros, la empresa tiene mayoría. Pero la norma establece que las decisiones se toman por consenso de los miembros presentes. O sea que todos tienen que estar de acuerdo, no es por mayoría, sino por unanimidad, si uno se opone se atraca todo. El presidente propuso comprar tractores, pero si al comité no le parece adecuado, no se compran. Ese es uno de los problemas que ha habido. El 4% del fondo regional va a la Comisión de la Verdad.