Las críticas a Hernán Fuentes llovieron de todos los frentes, tanto del Poder Ejecutivo como de las propias autoridades regionales. Absolutamente a nadie cayó bien que el consejo regional de Puno apruebe una norma que deja la puerta abierta para convocar a consultas populares con fines separatistas. Para Nelson Chui, presidente de la región Lima, por ejemplo, Fuentes pudo evitar tal desenlace, pero "transgrede la ley y todo lo normado" al efectuar "leguleyadas" para realizar referendos indiscriminados. Con él coincidió el huancavelicano Federico Salas, quien precisó que las consultas populares "deben encuadrarse dentro de lo que manda la Constitución", y que las autoridades, nos gusten o no las leyes, somos las primeras que tenemos que estar ceñidas a ellas. Yehude Simon, de Lambayeque, fue más allá y calificó como "un crimen" este tipo de "aventuras" promovidas por Fuentes, al tiempo de invocar a todos los peruanos "a cerrar filas" para evitar cualquier fraccionamiento del país. "Fuentes tiene que darse cuenta de que no puede jugar con fuego y si persiste en esa situación se puede quemar él mismo", agregó.