¡EL MRTA ES UN GRUPO TERRORISTA!

Como era previsible, la polémica decisión del Parlamento Europeo, al rechazar la iniciativa que incluía al MRTA en la lista de organizaciones terroristas, ha merecido el más firme rechazo del Gobierno, del Congreso, del Poder Judicial y de la mayoría ciudadana.Los peruanos no podemos ni debemos olvidar la ola de asesinatos, secuestros y destrucción que causaron los miembros de Sendero Luminoso y del llamado Movimiento Revolucionario Túpac Amaru. Y si bien es cierto que sus principales cabecillas han sido capturados, también lo es que persisten remanentes terroristas. Están sobre todo en la selva, como cómplices de las mafias de narcotraficantes, que aún tienen que ser desbaratadas por las fuerzas del orden. Como bien ha dicho el procurador Julio Galindo, el MRTA "nunca ha dejado de operar en el Perú". Pero no solo eso: también tienen presencia y actúan en el exterior, disfrazados de luchadores sociales, cuando en realidad son embajadores del terror que recaudan fondos para sus nefastas campañas de indoctrinación contra la democracia y el Estado de derecho.Aclarado esto, un tema aparte es deslindar las responsabilidades en la controvertida decisión del Parlamento Europeo, que si bien no es vinculante ni definitiva, puede ser considerada un revés para la diplomacia peruana.Asimismo, es lamentable e indignante que algunas ONG, supuestamente defensoras de derechos humanos como Aprodeh, hayan contribuido a fomentar tal decisión en el seno del Legislativo europeo al alcanzarles una opinión contraria a considerar al MRTA como terrorista. La ciudadanía espera un descargo contundente de Aprodeh, cuya intervención ha reavivado el debate sobre la controvertida acción de algunas ONG en el país. Ahora el arduo reto del Gobierno y de RR.EE. es trabajar para revertir esta situación ante el Consejo Europeo, que es el órgano ejecutivo, al que hay que hacerle entender la peligrosa naturaleza terrorista y antidemocrática del MRTA. Se trata, al igual que SL, de un enemigo comprobado de los peruanos, cuyos rezagos y semillas siguen complotando contra la paz, la democracia y el Estado de derecho.(Edición sábado).