NATIVOS MATSIGUENGAS SE BENEFICIAN DE CAMISEA
22 de abril de 2008

El nativo siempre fue el rey de la selva. De eso no cabe duda. Los inmigrantes dependieron siempre de él para su subsistencia, para obtener conocimientos del lugar y para movilizarse.Por ello no extraña que, en la selva del Bajo Urubamba, la compañía Pluspetrol, integrante del consorcio que explota el gas de Camisea en la zona, trate de tener una buena relación con las diferentes etnias que allí habitan. Para conocer más de cerca esta relación navegamos, durante media hora, en un bote -a través del río Urubamba- hacia la comunidad de Camisea, un caserío habitado por más de 200 familias matsiguengas.Allí desembarcamos en un rústico puerto que parece un altar y desde donde se observa un magnífico valle alfombrado por el verde de los cultivos. Al ingresar al poblado se rompe el silencio y decenas de niños salen a nuestro encuentro. Saben que los funcionarios de Pluspetrol traen más de seis mil mochilas con kits de útiles escolares para que puedan asistir a la escuelita de la zona."Ese aporte está fuera de la compensación económica que debemos otorgarles por el uso de sus tierras. Forma parte del trabajo de apoyo comunitario de la empresa", dice Nelson Soto, gerente de EHS de Pluspetrol Peru Corporation.