Preocupado por el alza de los precios de los alimentos en el mundo, en vista que cada vez más tierras agrícolas son destinadas a la producción de biocombustibles, el presidente Alan García instó ayer a los gobernantes del mundo a no sacrificar a la agricultura, en su afán de competir con el precio internacional del petróleo.Por su parte, el presidente de Bolivia, Evo Morales culpó de la crisis alimentaria, a la producción de biocombustibles en el mundo.