Durante el segundo tramo de la carrera electoral, un apremiado Alan García buscaba con urgencia ganar puntos en el sur del país. Con las elecciones presidenciales muy cerca, decidió agregar a sus ya numerosas promesas de campaña la creación del Plan Sur. Una estrategia que buscaba concentrar la atención del gobierno en el desarrollo de las regiones más pobres del sur.Sin embargo, el experto en temas de descentralización Javier Azpur recuerda que, a la postre, García no cumplió con su palabra, demostrando que en realidad "carecía de un verdadero plan territorial que generase condiciones para desarrollo de las regiones".Esa falta de previsión le pasa hoy la factura. Si bien -según la última encuesta de Apoyo- el descontento de la población con su gobierno continúa en aumento, preocupa que sean el sur (84%) y el oriente (89%) del país las zonas que parecen haber perdido toda esperanza.