INTEROCEÁNICA: LO BARATO PUEDE SALIR CARO
21 de abril de 2008

Una nueva comisión especial se formará en el Congreso. En esta ocasión, se investigarán las supuestas irregularidades detectadas en la construcción de la Carretera Interoceánica del Sur, un proyecto de US$ 850 millones que conectará el sureste del Perú con el oeste brasileño, pero que en realidad costaría US$ 1,300 millones.Una vez más, lo que se percibe en este nuevo caso de ineficiencia del Estado es la falta de previsión y la constatación de que la improvisación sigue siendo el peor lastre de la administración pública.Si bien la obra fue adjudicada durante el gobierno de Alejandro Toledo, las autoridades actuales siguen cometiendo errores de ese tipo. Basta citar las licitaciones del Concejo Metropolitano de Lima o las de patrulleros o ambulancias, convocadas y anuladas por la existencia de irregularidades, por los ministerios del Interior y de Salud, respectivamente. Las compras de víveres y otros materiales para la reconstrucción del sur chico, tras el terremoto de agosto, también se merecen un lugar en esta lista.En lo que respecta a la Interoceánica, creemos que la obra nació defectuosa por la sencilla razón de que sus promotores –encabezados por Toledo- obviaron el principal requisito que hubiese asegurado una ejecución transparente: el Sistema Nacional de Inversión Pública (SNIP), que fue creado para asegurar que los proyectos del Estado fuesen diseñados siguiendo parámetros de eficiencia en todas sus etapas (costos de las obras, financiamiento, licitación, adjudicación, etc.). El resultado de tamaño descuido es que en estos momentos no se tiene un conocimiento real de la obra.