"La Carretera Interoceánica se hace sí o sí, pese a quien le pese, porque yo tengo el respaldo de mi pueblo". Esa frase, dicha al día siguiente de colocarse la primera piedra de la Carretera Interoceánica Sur (el 9 de setiembre de 2005), fue una de las expresiones con las que el entonces presidente, Alejandro Toledo, demostraba cuán "técnica" era la decisión de construir esa vía, de más de mil kilómetros de longitud. Ayer, casi tres años después de que se diera la buena pro de la licitación por la que se eligió a los concesionarios encargados de construir los tramos 2, 3 y 4 de esta carretera, el contralor Genaro Matute solicitó que se convoque un nuevo proceso de selección para terminar lo que resta de la obra.Ello, debido a que los US$810 millones previstos por los contratos que firmó el gobierno de Toledo no van a alcanzar para culminar la vía pues los costos totales llegarían a los US$1,200 millones.