¿NUEVO SABOTAJE SINDICAL PORTUARIO?
15 de abril de 2008

El país no resiste más medidas de fuerza sindical orientadas a frustrar el programa de concesiones de la infraestructura pública, en un sector largamente postergado y relevante para la economía como el portuario.Es mucho lo que está en juego. Por ello, si los gremios portuarios, como el de Enapu por ejemplo, no terminan de entender la trascendencia de la promoción de capitales privados en ese sector, corresponde al régimen no ceder políticamente a las periódicas presiones y chantajes de esos grupos, aun cuando cuenten con el apoyo de algunos connotados líderes apristas.Recordemos que a lo largo de los años 2006 y 2007, el gremio de estibadores protagonizó huelgas, que ocasionaron enormes pérdidas económicas, por una serie de demandas laborales que finalmente fueron atendidas bajo presión política. Lo que no puede tolerarse ahora es que se anuncien más paralizaciones para oponerse a las concesiones en marcha en Pisco y Paita porque, como se aduce premonitoriamente, significarán despidos masivos.Según el Ministerio de Transportes hay desconocimiento sobre los alcances y beneficios reales de las concesiones. Sin embargo, tampoco puede desconocerse que es muy fácil oponerse a todo y no proponer nada frente a ese talón de Aquiles de la economía peruana que es el grave déficit en infraestructura y en obras públicas no solo en puertos y carreteras, sino también en ferrocarriles y aeropuertos. Sin estas vías de comunicación solo se encarece los costos, se dificulta la dinámica del mercado y se afecta la competitividad de las empresas. Además, se condena a los peruanos al aislamiento, se espanta inversiones y se retrasa el desarrollo social y económico.