Es alentador que el último informe del FMI sobre la economía mundial indique que nuestro país tendrá el mayor crecimiento económico en América Latina, de 7% este año y 6% en el 2009, lo que es muy destacable dentro del escenario mundial de desaceleración. Todo esto, sin embargo, no es gratuito. La fortaleza de nuestra economía se debe principalmente a las políticas de apertura a la inversión y al comercio mundial en un marco de responsable disciplina fiscal para mantener el déficit a raya, en lo que debemos persistir.La realidad, hoy, es otra. En el mismo informe el FMI lanza una señal de alerta al confirmar la recesión en Estados Unidos. Es decir, ha concluido el período de 4 años consecutivos de excepcional crecimiento de la economía mundial y del "boom" de exportaciones, catalizador de nuestro crecimiento.En este contexto es fundamental no dormirnos en nuestros laureles y mantener el impulso reactivador, eliminando cuellos de botella. Lamentablemente, es poco lo que se ha hecho para solucionar el déficit en infraestructura, por lo que las autoridades deben reflexionar con sentido de urgencia para atacar este problema y acelerar el proceso de concesiones.