Hay que ponderar positivamente los anuncios del presidente del Congreso, Luis Gonzales Posada, para mejorar la imagen de este poder fundamental. Se indica que en 15 días se conocerá la propuesta de "reforma total" del reglamento interno, lo que debe asumirse como un compromiso parlamentario con el país.No puede haber retroceso ni dilaciones cuando se trata de un problema que atañe no solo al hemiciclo sino que afecta seriamente la institucionalidad democrática y la gobernabilidad, por lo que los legisladores deben asumir su culpa. Los escándalos se han sucedido uno a otro: legisladores que contratan empleados fantasmas, negociados bajo la mesa para hacer prevalecer la impunidad, postergación de leyes cruciales como la de carrera judicial, faltas injustificadas, etc. Todo ello ha dado lugar a la subcultura del "otoronguismo" congresal que la ciudadanía rechaza y que da argumentos a los enemigos de la democracia y de la política responsable.