MEDIDA TEMPORAL, PERO NECESARIA
1 de abril de 2008

La medida es drástica, pero necesaria. En tanto no se establezca la certificación de estándares de calidad, lo mejor será suprimir la creación de más facultades, escuelas, institutos y filiales universitarias de Educación en el país, como ha dispuesto el Gobierno de manera temporal.Y es que la rigurosidad que se imponga ahora en la formación magisterial es uno de los factores para garantizar en el futuro una educación de calidad. De allí la importancia de este punto de quiebre, que puede marcar un antes y un después en la enseñanza, más aun cuando alcanzará a programas no regulares y a distancia que también entrarán en una especie de receso hasta que no se sometan a una evaluación que acredite la calidad de los servicios que proporcionan.Ahora bien, es urgente que el Gobierno haga su parte en este proceso y cumpla con el Plan Educativo Nacional y la Ley General de Educación que establecen la rápida creación de un sistema de acreditación y evaluación --de preferencia externo y autónomo--, que califique (o descalifique) a los diferentes centros de formación magisterial.Si esto funciona, nada impediría que en un futuro muy cercano retornemos al sistema actual pero mejorado. Lo que hoy tenemos es una oferta de institutos (más de 300) y de facultades (medio centenar), desordenada y caótica, que no solo ha saturado el mercado laboral, sino que no les provee las herramientas que necesitan. Por esta razón, en el período 2004-2006, se suspendió la creación de institutos superiores pedagógicos.Hoy el Ministerio de Educación cuenta con el apoyo de la mayoría de sectores, incluyendo al Sutep, porque todos valoran lo medular de la formación del maestro. El país espera que el siguiente paso sea la capacitación real y efectiva de los profesores que actualmente están en el ejercicio profesional.