El gobierno de Bolivia se dio plazo hasta el 30 de abril para nacionalizar cuatro empresas petroleras mediante una compra de acciones valorada en US$200 millones. Las empresas objetivo son las productoras Andina, controlada por la española Repsol-YPF, y Chaco, del grupo BP; la operadora de ductos Transredes, del grupo internacional Ashmore, y la empresa de almacenamiento y transporte menor CLHB, de capitales peruanos y alemanes. El plazo fue fijado por un decreto aprobado por el presidente Evo Morales y sus ministros como parte de la preparación del segundo aniversario de la nacionalización que pasó a YPFB el control de vitales exportaciones de gas a Argentina y Brasil. Para financiar la operación, el gobierno de Evo Morales utilizaría un pago que la estatal brasileña Petrobras haría por los líquidos incluidos en el gas que importa desde Bolivia.