Un avance del oro por encima de los US$ 1,000 sería insuficiente para alentar un aumento de producción, ante la incertidumbre que rodea a los precios en el largo plazo, problemas logísticos y escasez de proyectos. La producción mundial de oro ha caído 6%, desde el 2001, y analistas consideran que los actuales precios récord no revertirían esa tendencia en los próximos años. Un precio alto del oro permite que las firmas exploten un mineral de menor calidad, pero la escasez de nuevos descubrimientos mineros significa que cualquier aumento real de la producción estaría a años de producirse.