Ubicada en los Andes centrales del Perú, a una altura de 4,338 metros sobre el nivel del mar, Cerro de Pasco es una de las ciudades más altas del mundo y, también, una de las que alberga la mayor contaminación del planeta. En ese lugar, la cada vez más creciente minería está propiciando el desarrollo de la ciudad, pero los impactos negativos de la actividad afectan la vida y la salud de sus habitantes, que presentan altos niveles de plomo en la sangre. Es por ello que la Comisión de Pueblos Andinos, Amazónicos y Afroperuanos, Ambiente y Ecología del Congreso aprobó un proyecto de ley que propone la reubicación de la ciudad en una zona alejada de los trabajos de explotación minera, los cuales son ejecutados por la minera Volcan.