Los planes de mayor participación privada en la poderosa estatal petrolera Pemex dividen la escena política en México a 70 años de la expropiación del recurso energético. La izquierda liderada por Andrés Manuel López Obrador reiteró su rechazo a una eventual privatización de Petróleos Mexicanos (Pemex), la mayor empresa del país. Sin embargo, las autoridades consideran necesario la apertura al capital privado, sobre todo en exploración en aguas profundas para compensar la declinación de su mayor yacimiento, el de Cantarel (Golfo de México), con reservas para menos de diez años, según estimaciones oficiales. Pemex, que genera el 40% de los ingresos fiscales del país, produjo 3.1 millones de barriles diarios en 2007, un 5.3% menos que en 2006, y exportó 1.6 millones de barriles en 2007.