En lo que podría interpretarse como un nuevo gesto de rebeldía de su parte, los gobiernos regionales de Puno y de Tacna realizarán, esta semana, un nuevo proceso de evaluación docente, distinto del desarrollado por el Gobierno central, en un intento por cubrir los cientos de plazas que permanecen vacantes luego de que el 95% de los maestros fuera desaprobado en la prueba nacional del 9 de marzo.La medida contraviene el acuerdo al que llegaron, el 19 de febrero, los presidentes regionales y el Ejecutivo, en el que los primeros reconocieron que el Ministerio de Educación es la única institución que puede dictar las políticas nacionales en materia educativa, específicamente en lo relacionado a la contratación de profesores.