ADULTERACIÓN DE LEY QUE MERECE UNA SANCIÓN EXPEDITIVA Y EJEMPLAR
17 de marzo de 2008

¿Qué habría sucedido si el tramposo añadido hecho en el Congreso a la Ley Orgánica del Poder Ejecutivo (LOPE) hubiera pasado desapercibido? Simplemente, se habría abierto la puerta a más burocracia innecesaria y deformado una norma importante, destinada a precisar las funciones de las instancias del Estado, sobre todo frente a la descentralización.Lo sucedido es grave y no se arregla con que la relatoría congresal asegure ahora una investigación a fondo. El o los autores directos e intelectuales de la adulteración tienen que ser sancionados expeditiva y ejemplarmente, al igual que los responsables políticos. Es imperativo desterrar estas prácticas que hieren la institución parlamentaria y abogan a favor de la imagen de un poder del Estado corrupto y al servicio de intereses que no son los del país.El embuste consistió en modificar el artículo 24 de la LOPE. Solo se agregó la palabra "uno", pero eso cambió totalmente el sentido de la normativa. En lugar de decir: "La Alta Dirección (de un ministerio) cuenta con un gabinete de asesoramiento especializado para la conducción estratégica de las políticas a su cargo y para la coordinación con el Poder Legislativo", señalaba: "un gabinete de asesoramiento especializado para la conducción estratégica de las políticas a su cargo y uno para la coordinación con el Poder Legislativo". Como se ve, al agregarle "y uno para la coordinación", implicaba que cada ministerio tendría dos gabinetes, es decir, más empleados, con carnet o sin él, que aumentarían las saturadas planillas estatales. Vale preguntarse a quién o a quiénes se buscaba beneficiar, bajo motivaciones aparentemente clientelistas.Preocupa que semejante tramoya haya sido perpetrada en el mismo Congreso, según lo ha corroborado Rosa Florián, autora de la ley; y que la norma se publique en "El Peruano" con el error, sin que la relatoría, oficialía y presidencia se percaten de tremenda falsedad. Resulta imperdonable que la presidencia no haya respondido con celeridad a la denuncia, avalando el malhadado espíritu de cuerpo con que suele enfrentarse los problemas , para poner un manto de oscuridad sobre los "deslices" parlamentarios.