El presidente Alan García negó ayer que exista "enemistad" con los gobiernos regionales, pues pese a las diferencias, lo que se ha visto en los últimos días es un clima de concertación entre el Ejecutivo, las regiones y la empresa privada. "No tenemos ninguna enemistad con los gobiernos regionales, estén seguros de ello; tenemos divergencias como las tengo con compañeros del partido o con mi hermano que en paz descanse, pero tenemos el mismo objetivo: hacer mayor inversión en el tiempo que tenemos para hacer algo por las mayorías", dijo.