A pesar de que en un principio se puso en duda de que el Ministerio del Medio Ambiente contara con facultades sancionadoras y fiscalizadoras, el grupo multisectorial encargado de elaborar el proyecto de ley sobre su formación, sí lo consideró necesario.Mariano Castro, miembro del referido grupo de trabajo, reveló a Gestión que la iniciativa contempla que solo la nueva cartera asuma dichas funciones, que actualmente se encuentran dispersas en distintos organismos autónomos."El ministerio tiene un conjunto de atribuciones de la regulación ambiental, como las políticas normativas, definición de los medios, ejecución de proyectos, fiscalización y sanción", anotó.Además, indicó que se abarcará al sector minero y energético, que en un principio - a propuesta del Ejecutivo- se pensó que no estuviera bajo la competencia del nuevo ministerio.