Las férreas medidas de seguridad y el carácter secreto de la reunión de gobernadores con el presidente de Alan García fueron el telón de fondo de una cita que tuvo todas las características de un encuentro partidario. La ciudad de Mollendo no fue elegida al azar como escenario de esta cita. Por el contrario, esta decisión habría sido parte de una estrategia política que confirmaría el divorcio del Mandatario con la Ciudad Blanca. De hecho, es la segunda vez que el jefe del Estado pisa suelo arequipeño, en menos de cinco meses, sin visitar la capital de la región.A este encuentro no se permitió el ingreso de nadie que no sea gobernador o militante del partido de la estrella. Ni siquiera el alcalde anfitrión, Miguel Román, pudo ingresar al colegio María Auxiliadora de Mollendo -donde se desarrolló la cita- por no tener filiación aprista. Es más, los pocos periodistas que lograron entrar a la institución educativa fueron sacados a empellones por militantes del Apra que actuaban como agentes de seguridad.