La empresa estatal Electro-Perú tiene en camino la construcción de una planta termoeléctrica que funcionará a gas natural y que se ubicaría probablemente en Lurín. No contenta con este proyecto, estudia invertir en una planta hidroeléctrica que se ubicaría, de todas maneras, en el sur del país. Funcionarios de esta empresa señalaron que se habrían evaluado varias opciones de localización y que la decisión "ya está tomada". El asunto es ¿qué dirán las empresas privadas de la agresividad de las inversiones de la empresa estatal? ¿Harán mutis o no?