Les hizo el aclare. Frente a la participación activa que han tenido algunos sacerdotes en el interior del país contra actividades de desarrollo, entre ellas la minería, ayer el máximo representante de la Iglesia católica, el cardenal Juan Luis Cipriani les recordó que esa no es su labor. El prelado manifestó que las autoridades eclesiásticas, sean obispos, sacerdotes, entre otros, no pueden usar su situación de autoridad religiosa para entrar en el campo de lo opinable, "pues evidentemente la Iglesia no tiene que estar en ese ambiente". Cipriani, quien ayer cumplió siete años de Cardenal, reconoció que ha habido casos notorios de opinión por parte de eclesiásticos por lo que les demandó mayor reflexión sobre su verdadera labor dentro de la sociedad. Con ello, el máximo representante de la Iglesia peruana criticó implícitamente la labor que sacerdotes como Marco Arana, en Cajamarca con la ONG Grufides, y del obispo de Chulucanas (Piura), Daniel Thurley, ambos de clara prédica antiminera.