PARA "CHORREAR", AÚN TENEMOS QUE CRECER
19 de febrero de 2005

Los datos de la reciente Encuesta Permanente de Empleo, que ha publicado el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), son en principio preocupantes, sobre todo porque lo más saltante es el incremento de los niveles de desempleo: resulta que el 13% de la PEA de Lima Metropolitana estuvo desempleada en enero pasado, índice nunca antes alcanzado en nuestro país.Sin embargo, para entender el complejo fenómeno en curso y hacer las correcciones necesarias en el futuro inmediato, estas cifras deben ser evaluadas con objetividad y en el debido contexto.Así, de entrada resulta incomprensible que en una economía que creció 5,07% en el 2004 y con niveles de inversión mayores que los de producción, de pronto desaparezcan 217.000 puestos de trabajo en la capital.De acuerdo con algunos analistas, ello se debe a varios factores. Uno es que el crecimiento y el empleo han aumentado, pero no tanto en Lima, sino en el interior del país, donde se concentran actividades de gran dinamismo como la minería y la agroexportación.Luego, otro dato de interpretación ambivalente es que se está dando una recomposición de la fuerza laboral. Por un lado, las empresas (incluidas las medianas y las pequeñas) demandan personal más capacitado, pero por el otro lado aquellos que solo tienen educación primaria afrontan un futuro muy negro. El reto aquí, a mediano plazo, es promover un sistema educativo con igualdad de oportunidades, más abierto y más competitivo; y, en el corto plazo, brindar mayor capacitación y actualización en carreras técnicas a los trabajadores menos calificados.Además de todo eso, hay un problema de fondo insoslayable y es el ritmo de crecimiento. Como ya lo hemos sostenido, y de acuerdo con lo que indican los foros económicos internacionales, el reto para el Gobierno y los agentes económicos es crecer sostenidamente por encima del 7%, de modo que este logro macroeconómico se traduzca en más empleo y mejores ingresos para las mayorías. Fuera de eso, todo quedaría a nivel de teoría, especulación y tráfico de expectativas.(Edición sábado).

  • [El Comercio,Pág. A 4]
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