Un aviso publicitario propalado a través de la televisión a mediados del año pasado mostraba a una humilde familia feliz porque el gas de Camisea iba a costar más barato. Sin embargo, tras la llegada del combustible natural a Lima las cosas no han cambiado y una vez más la mayoría de los peruanos no se benefician de las bondades de sus recursos naturales.Y es que tras varios meses de negociaciones, Petroperú, que abastece de gas doméstico -gas licuado de petróleo (GLP)- a las pequeñas envasadoras, no llegó a ningún acuerdo de venta con Pluspetrol, empresa a cargo de la producción del gas natural de Camisea del cual se obtiene GLP, además de otros derivados.La principal razón para que la petrolera estatal no haya llegado a un acuerdo con Pluspetrol es el precio, según Alejandro Narváez Liceras, presidente del directorio de la empresa estatal."Nos hubiera gustado comprarles el diesel y el GLP que ellos producen pero prefirieron venderle a Repsol. A último momento ellos declinaron", manifestó Narváez en diálogo con La República. A la falta de un acuerdo sobre el precio se sumaron otras exigencias de Pluspetrol, agregó.
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