Lo dijeron al principio, lo repitieron a la mitad e insistieron con ello al final. Los cuatro integrantes de la comisión de alto nivel enviada por el Gobierno Ecuatoriano para indagar sobre un presunto soborno a legisladores de ese país en 1998 reiteraron que no es su intención alterar una sola línea del Acuerdo de Itamaraty, que sellara hace siete años la paz entre el Perú y Ecuador."Ecuador está feliz con el tratado de paz, que ha sido además ratificado por el Congreso, de manera que ya no puede ser movido ni tocado", declaró Víctor Sicouret, representante del Tribunal Constitucional ecuatoriano. Con lo que no están felices es con la posibilidad de que legisladores de su país hayan recibido 20 millones de dólares para dar su voto a favor del acuerdo, una versión que recoge el juez español Baltasar Garzón en una reciente publicación y que provendría de boca del mismo ex asesor Vladimiro Montesinos, quien hoy lo niega tajantemente y acusa más bien a Garzón de quebrar el equilibrio continental.Para encontrar más luces, justamente la comisión irá hoy a las 8 a.m. a la Base Naval para entrevistarse con el 'Doc' y escuchar su versión. "Queremos establecer si es verdad que hubo políticos en nuestro país que se prestaron al chantaje. Si es así no pararemos hasta encarcelar a los responsables. Inmorales nunca más", afirmó el diputado independiente Luis Almeida.