Las economías de países emergentes no saldrán inmunes de la crisis financiera, advirtió recientemente el Fondo Monetario Internacional (FMI), para el cual la turbulencia se ha convertido en un problema global y por tanto requiere de una solución conjunta del mundo. Por el momento EE.UU. trata de evitar una recesión con rebajas de la tasa de interés a la que se sumó también el paquete reactivador promulgado por George W. Bush. Pero en tanto, muchos ya dan por hecho una recesión en Estados Unidos y se discute más bien la duración de la contracción y el impacto que ha de tener en la economía global. En ese sentido, el FMI considera que aún se puede esperar que las economías emergentes puedan dar algún apoyo al crecimiento de la economía mundial, pero que no escaparán de los efectos de la crisis. En cuanto a América Latina, la calificadora de riesgos Fitch estima que la región está mejor preparada para afrontar la crisis, pero que existen dos bloques de países. Por un lado están Bolivia, Argentina, Venezuela y Ecuador con economías muy dependientes del precio de materias primas y que serían las más perjudicadas.