Convertir más terrenos a la producción de frutos y pastos para combustibles alternativos puede causar emisiones de dióxido de carbono 420 veces mayores que las economías anuales que provendrían de la sustitución de los combustibles fósiles, dijeron varios científicos de Estados Unidos. Las autoridades de la Unión Europea y Estados Unidos han concluido que los biocombustibles son una herramienta para combatir el calentamiento mundial, porque emiten menos gases de efecto invernadero que los combustibles fósiles. Estados Unidos promulgó hace poco una ley para estimular la producción de biocombustibles a 36,000 millones de galones (136,275 millones de litros) en el 2022 desde 7,500 millones en el 2012. La UE requiere que 10 por ciento del transporte use biocombustibles para el 2020. Destinar bosques y pantanos, que pueden absorber dióxido de carbono de la atmósfera, al cultivo de los frutos puede causar emisiones que superen con mucho los beneficios anuales del uso de los combustibles nuevos, lo que crearía una "deuda de carbono" que duraría siglos, dijeron los científicos de la Universidad de Minnesota y de la agrupación Nature Conservancy, de Minneápolis, en un artículo en la revista Science.