No haber cumplido con iniciar las operaciones en la planta del Jockey Club o en un local de similares características en ubicación y acceso que lo sustituyera fue el argumento con el que la Municipalidad de Lima oficializó ayer la caducidad del contrato con la empresa Lidercon, responsable de las revisiones técnicas vehiculares. A través de la Resolución de Alcaldía 051, el burgomaestre Luis Castañeda Lossio rescindió el contrato y encargó al procurador público municipal interponer las acciones y medidas legales correspondientes en cautela de los intereses de la Municipalidad de Lima y la sociedad civil.Pero han quedado muchas preguntas sin contestar. Por ejemplo, qué pasará con aquellos que ya pasaron la revisión. Por la tarde, el concejo metropolitano escuchó los argumentos de la gestión de Castañeda. Algunos regidores plantearon que era conveniente ofrecer disculpas a los ciudadanos y encontrar un mecanismo para devolverles el dinero que pagaron por la inspección. Sin embargo, no se tomó ninguna decisión concreta.Lo único que se acordó fue aprobar una ordenanza, diseñada a la carrera por la Comisión de Asuntos Legales del concejo, en la que se exime a los conductores de la obligación de pasar por las revisiones. Esta medida regirá por el plazo de seis meses (180 días). Según el presidente de esa comisión, Ángel Delgado, la norma apunta, sobre todo, a no perjudicar a los transportistas de servicio público, quienes necesitan contar con el certificado respectivo para obtener el permiso de circulación.