Los altos precios de los minerales en el mercado internacional no solo están incentivando la actividad minera formal en el Perú, sino también redituando grandes ganancias a la minería informal, con la diferencia de que esta última se beneficia como nunca antes de una fuerte evasión tributaria que hasta ahora el Estado no ha podido controlar.Frente a esta situación, la bancada aprista, a través de su representante María Helvezia Balta, y con el respaldo de diversos grupos parlamentarios, presentó al Congreso un proyecto de ley que modifica la Ley General de Minería, para regular la comercialización de los productos minerales.Al sustentar la necesidad de establecer este control en la comercialización de minerales, hasta ahora inexistente, el proyecto recuerda que en nuestro país, el 85% de la minería informal está centrado en la extracción de oro.Refiere que en el 2006, la minería informal alcanzó un volumen de 24 toneladas de oro, lo que representa aproximadamente el 10% del total de la producción nacional, y que eso representa alrededor de US$ 390 millones anuales (pero con los actuales niveles de precios este monto sería mucho mayor), por los cuales no tributan nada al fisco.