El ministro de Defensa, Ántero Flores-Aráoz, levantó ayer el tono de voz luego de leer el informe de la Inspectoría General del Ejército respecto del cuestionado internamiento durante un mes y medio en el Hospital Militar Central del ex comandante general del Ejército y actual procesado por delitos de corrupción Nicolás de Bari Hermoza Ríos, por una dolencia menor y que bien pudo haber sido tratada en forma ambulatoria."De la información que he recibido (de la Inspectoría General del Ejército) he pedido ampliación porque me hacen entrar en suspicacias. Esto no me ha olido bien. ¡No voy a echar tierrita! Cuando leo un informe de esta naturaleza, algo está pasando por el río y no necesariamente agua", dijo durante su participación en el programa periodístico "Todas las voces", de Radio Nacional.(Edición domingo).