Causa enorme indignación el inhumano anuncio de los dirigentes de la Federación Médica Peruana que, en un abierto chantaje a la salud de miles de pacientes, amenazan con sacarlos de los hospitales si el Gobierno no atiende sus demandas.Fuera de cualquier tregua, lo que harían estos dirigentes sería abandonar su juramento hipocrático que implica salvar vidas. Adicionalmente, podrían incurrir en una grave falta, ya que la salud es un derecho primario y fundamental que no puede ser desatendido en áreas neurálgicas como emergencias, cuidados intensivos, etc. Y exponer al peligro, hasta de muerte, a centenares de pacientes tendría ya una connotación delictiva y penal.Pero, estamos seguros de que la gran mayoría de los 13 mil médicos del Ministerio de Salud son conscientes de que otros hospitales, como los de Essalud y los militares, están al tope y no podrán cubrir un vendaval de emergencias. Luego, deben considerar la extrema e intolerante politización de la plataforma de lucha de la federación. Y, el argumento más persuasivo, es que no pueden seguir jugando con la vida y salud de millones de peruanos pobres. (Edición sábado).